Curso Solteros Cristianos

Tengo 37 años, de profesión soy abogada, tengo una Maestría en Derecho Internacional Público y por muchos años ejercí mi carrera en varias agencias de la ONU. Sin embargo, el llamado de Dios a mi vida de servirle a tiempo completo me llevó a hacer a un lado mi carrera para servirle, junto con mi esposo, como misionera a tiempo completo en Canadá. Vivimos aquí desde 2019 y aquí nació nuestro primer hijo, Gabriel, en 2022.

La Vida Clara (mi canal de YouTube y cuenta de Instagram) nació paralelamente como parte de ese llamado a invertir mi tiempo en compartir el Evangelio de manera práctica y hablar de temas controversiales que encuentran respuesta en la Palabra de Dios. Tengo pasión por ser un instrumento para que la verdad de Jesús no solo sea una teoría en nuestra vida, sino una vivencia tangible para todos los cristianos y por vivir lo que nos ha instruido en Su Palabra.

Dios ha abierto puertas inimaginables para mí por medio de La Vida Clara. En 2020 comencé otro canal de YouTube, La Biblia Clara, dedicado a estudios bíblicos. He tenido el privilegio de colaborar con ministerios como Coalición por el Evangelio, Youversion (aplicación de la Biblia), Alianza Cristiana para los Huérfanos, entre muchos otros. En 2023, mi primer libro, sobre soltería desde una perspectiva bíblica, será publicado con la editorial B&H, Lifeway en Español. Desde hace 2 años publico, junto con mi amiga Ana, episodios en el podcast Teológicamente Prácticas, donde conversamos acerca de la importancia de la teología en nuestra vida cotidiana.

Después de una larga temporada de soltería y muchos aprendizajes en ella, siento la urgencia de apoyar y dar herramientas a los solteros cristianos que, debido a sus luchas, han perdido el enfoque de dónde está puesta su verdadera plenitud. Anhelo que Dios use el contenido de este curso para edificar a muchos solteros y a la Iglesia Latinoamericana en un tema en el que necesitamos enseñar y discipular más y mejor.

Mi esperanza es que toda persona, soltera o casada, pueda disfrutar del gozo y la plenitud que hallamos en Cristo, sin esperar que sus circunstancias o estado civil, cambien.